Cuando se trata de comprar diamantes, la mayoría de los consumidores están familiarizados con las «Cuatro C»: talla, claridad, color y quilates. Pero, ¿qué ocurre con otras piedras preciosas como zafiros, rubíes y esmeraldas? El proceso de clasificación de estas piedras es ligeramente diferente, pero igual de importante para quien quiera tomar una decisión con conocimiento de causa. Este artículo pretende desmitificar el mundo de la clasificación de las piedras preciosas y ofrecerle una guía completa para evaluar su próxima gema preciosa.